Hoy, quisiera besarle los pies al santo.
Quisiera confesarme y condenarme,
Confesar las verdades más negras,
Y condenarme por no guardarlas.
Hoy. Quisiera morir de abrasador amor.
Romper la línea que no nos compromete.
Besar hasta el vaho que suelta tu aliento.
Mirar las palabras que arden en tu fuego
Hoy. Quiero desgarrar la cordura de mi pecho.
Independizarme de mi y de lo que me retiene,
Clarificar mi estado emocional para derrotar a los muros,
Y callar la boca al santo, Al que bese los pies.
Hoy, Quiero y exijo mi triunfo y gloria particular.
A costa de cualquier apéndice,
Sin miramientos temblorosos e irracionales.
Con suficientes recursos como para desnudar al Everest.
Hoy. Hoy quiero corromper la inaudita ira.
Que tanto mal inyecta a la vida,
Seria y poderosa envidia malhechora de verdades mentirosas.
Envidia, Pecado mortal que corrompe el pecho y las ideas
puras.
Hoy. Llamaré a la puerta de la seriedad para dejarle un
incandescente regalo.
Llamaré a la puerta del humor, cuando este dormido y sin
ganas de fiesta.
Iré de bufón, Pero de mi corte imperial (yo mismo).
Hoy reinare para mí. Bajo tus incumplidas normas.
Construirse mi castillo de naipes de acero,
Y prenderé tu fortaleza de papel.
Hoy. quiero espantar a los pijos,
A los hijos del dólar,
Y a los que se ahogan en ceniza.
Hoy invitaré a mi musa a una copa de insomnio.
Y le daré barra libre de ideas sin alcohol,
Para que trabaje como nunca.
Nunca será como hoy.
Hoy te quiero a ti y me quiero a mi. Quiero mi música y mi
vida. Quiero mi paz y mis guerras. Quiero tanto lo material como lo
sentimental. Quiero reventar la ética y denunciar a la moral mal utilizada.
Quiero gritar al suelo y pisar el cielo. Lo quiero hoy.
MAÑANA SERÁ TARDE
Fini.
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