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Reflexión Dominical II




Las drogas, tema en continuo y eterno debate, hoy en “Reflexión Dominical” comentaremos y debatiremos sobre su legalización.

No podríamos comenzar esta reflexión sin mencionar y citar al filósofo y ensayista Antonio Escohotado y su libre posicionamiento hacia una alternativa clasificación de las drogas, sus controversias expuestas en varios ensayos y su libro “Historia general de las drogas” donde expone en forma de paradigma un alejamiento de la prohibición. No debemos legalizar solo derogar. Su discurso se basa en el ejemplo activo del café y el tabaco y su antigua prohibición con mutilación en Irán o Rusia, habla también en defensa de su teorema ejemplarizando lo sucedido en América en su famosa “Ley seca”. 

Sus palabras nos llevan a una comprensión dialéctica de si se toma partido por levantar la prohibición se acaba con el negocio (suponemos que se refiere al negocio de las mafias). 

“¿Evitaremos la ludopatía prohibiendo fabricar barajas? ¿Las mujeres de rostro abrasado retirando el ácido sulfúrico de las droguerías? ¿El terrorismo acabando con la dinamita? ¿Por qué todos los manuales de toxicología ven en el alcoholismo el resultado de un temperamento, pero el yonquismo como fruto de una atracción irresistible?”.

Pero no podemos quedarnos en dicho punto de vista, estudios como el realizado por Laura Bárcenas Díaz traen a debate ciertas controversias en la legalización de las drogas, de esta permisividad se desprenden consecuencias tan graves como la gran adicción que sufren los consumidores, los problemas físicos, psicológicos derivados del consumo, daños familiares como colaterales de dicha consecuencia, añadiendo el aumento de accidentes automovilísticos, de abusos sexuales, maltratos hacia menores etc. 

¿Se debe legalizar y tomar control sobre las sustancias adictivas?, ¿Es un país libre el que prohíbe el consumo de ciertas drogas?, ¿Legalizar o no legalizar?.



Varo:
Querido y a veces odiado lector;
Cuando me dispuse a reflexionar sobre este gran controvertido tema y reflejar mi meditación, por acierto, tuve en la mente muy presente la frase promulgada por Rousseau, “El hombre nace libre, pero en todas partes vive encadenado”, por cierto, que me perdone el gran ilustrado por traer a colación su gran movimiento político a este insulso tema, pero déjame explicarlo. (Atentos por favor, que no pienso repetirlo).

Más de uno en esta reunión, habrá apreciado que las drogas es el término lingüista utilizado para designar las sustancias naturales o sintéticas que producen cierta reacción física o psicológica en el cuerpo que la consume, algunos estaréis pensando en la cocaína, otros más románticos en el opio, otros más espabilados ya sabrán por donde voy y estarán desesperados por decir el tabaco y el alcohol… si traemos dichos conceptos y los intentamos cuadrar o encajar con la clasificación de legal o ilegal, podemos darnos cuenta que no es una pegatina que se haya puesto dependiendo del efecto dañino producido en el organismo. 

¿Cómo funciona la legislación?.
¿Cocaína y heroína son productoras de beneficios económicos para las mafias y perseguidos por los cuerpos de seguridad?.
¿Opiáceas, barbitúricos, morfina son productoras de beneficios económicos para las farmacéuticas y miramos hacia otro lado por su gran aporte en la ciencia de la salud?.
¿El alcohol y el tabaco son productoras de beneficios económicos para las mafias, perdone, para las empresas que sí cumplen con las normativas y la sociedad se beneficia a través de sus impuestos para soslayar los daños producidos, en un ciclo infinito?.
¿Y esa droga?, esos aditivos que tienen tus snacks de turno, ¿Lo añadimos a la lista?.

Contradictorio, un mensaje contradictorio el que emanamos ante una sociedad plagada de violencia y desazón por un asunto tan inverosímil como son las drogas.

Con todo lo dicho, no me queda otra que postular por un mensaje neutral.

¿Legalizar o no legalizar?, that is the question. (la de otros)

Mi cuestión, es saber si tienes cuidado con las cadenas que te colocas y que introduces en tu organismo, que sea legal o ilegal es una cuestión secundaria, lo que importa es si eres consciente de que tienes las llaves de tu prisión.

Cuanta razón Rousseau, cuanta razón. 

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León: 
Muy buenas a todos los seguidores del blog. Esta es mi primera vez participando en el mismo y agradezco a mis compañeros el poder hacerlo para poder expresar mi opinión sobre un tema tan polémico como el de hoy, las drogas. 

Voy a ser directo con el tema en cuestión. Yo apuesto por la libertad del individuo y su libre elección, ya sea para su propio beneficio o su perjuicio y con ello me declaro totalmente a favor de la legalización de las drogas. 

Todos sabemos que actualmente las drogas son ilegales y sin embargo todos conocemos que muchas personas consumen dichas drogas. ¿por qué las personas consumen drogas si son ilegales? Y la respuesta es que el hecho de que algo sea ilegal no impide que la gente lo haga. 

En cuanto a la adicción de las drogas entramos en el debate de siempre ¿Por qué dejar consumir algo si es perjudicial para la salud? Aquí haré una clara reducción al absurdo para que quede totalmente clara mi opinión, ¿para qué salir a la calle si te puede atropellar un coche? Todos tenemos derecho a salir a la calle y que nos lo prohibieran nos parecería algo impensable. En mi reducción al absurdo, si una persona estúpida se dedica a ponerse delante de los coches y es atropellado, la solución no puede ir por prohibir salir a la calle o prohibir los coches. De igual modo pienso con las drogas. 

Muchas personas piensan que legalizar algo equivale a que su consumo subiría mucho. Sin embargo no hay ningún estudio que afirme que esto es cierto. Por otro lado tenemos tan mala imagen de las drogas que pensamos directamente que alguien que vaya a consumir va a ser un delincuente y va a matar a alguien, cuando no tiene por qué ser así. Aquí entramos en el terreno de cómo controlar a las personas consumidoras y por tanto nos adentramos en el terreno de la legalización. 

El tema de cómo legalizar es más complejo y me es difícil dar una conclusión ya que carezco del conocimiento suficiente tanto en leyes como en medicina. Por lo que yo únicamente puedo expresar que vendería exclusivamente en establecimientos determinados y con dosis controladas según la droga. En términos simples trataría las drogas de forma similar al alcohol y al tabaco. Productos que de por sí para mi deberían tener un mejor control pero no es el debate de ahora.

Me gustaría explayarme más pero hacerlo implicaría alargar mucho este blog y darles la chaparra a vosotros, lo cual no es la intención. Quedando mi postura clara me despido. Un saludo. 

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Fini:
¿Quién en su vida no ha consumido o simplemente ha tenido algún contacto con una sustancia estupefaciente?

Bien, partiendo de este punto y entendiendo la droga como una sustancia que altera el funcionamiento natural del organismo, se pueden identificar multitud de drogas, tanto legales como ilegales. Las drogas legales más conocidas y por ende más consumidas son el alcohol y el tabaco, y encontraríamos al cannabis como una de las drogas ilegales que más consumo tiene.

Pero, ¿Qué lleva al consumo de la droga?, las drogas principalmente actúan en produciendo placer y desinhibido a quien las consume, algunas alteran el sistema nervioso de tal manera que producen alucinaciones y potencian los sentidos. Pero si solo se limitaran a esto todo iría bien, el problema lo encontramos cuando ese placer artificial tiene unas consecuencias aversivas para quien lo consumen, consecuencias que en numerosas ocasiones pueden dejar secuelas irreversibles e incluso llegar a costarle la vida a quien juega con ellas.

Por lo que más allá del negocio que hay entorno a las drogas, me voy a centrar en los problemas de salud que traería consigo una legalización de las sustancias estupefacientes. Si se legalizaran se desencadenaría una serie de consecuencias en la sociedad. 

Al ser legales, se tendía una mayor accesibilidad y por ende habría aumentaría consumo. Un aumento del consumo en la sociedad, llevaría de la mano la normalización de este, por lo que los jóvenes verían con buenos el consumo de drogas, esto llevaría a problemas más serios de salud en la sociedad, ya que la adolescencia, al ser una etapa de la vida con un alto riesgo por los cambios hormonales que se producen, al combinar estos cambio con las drogas estaríamos formando una bomba de relojería. que estallaría creando una sociedad enferma y con una gran cantidad de problemas fisiológicos y psicológicos.

Por otro lado está el dilema ético de la libertad personal para la elección de qué consumir y qué no. Pero diganme ustedes, ¿si supiesen que prohibiendo algo, salvarían a miles de personas? ¿No lo prohibirían?. 

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Bibliografía:

Escohotado, A. (1941). “Historia general de las drogas”. Madrid. Editorial Espasa.

Bárcenas, L. “¿Legalizar o no legalizar?”. UAEH.

Bilbao, J. “Antonio Escohotado: la cruzada contra las drogas acabará entre susurros”. Recuperado de: URL

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