Ir al contenido principal

Mirada al Fondo



     Cuando los libros son a los que hay que quitarles el polvo y no al televisor, es cuando se derrama el veneno en la sociedad, y hace estragos en la parte más fértil y vulnerable. Fertilidad que arrasan y empobrecen con torpes programas televisivos y pasarratos para obstruir toda pequeña flor de ideal libre y fresco, y a esa pobre que florece entre el fango, se la intentan tragar y mancharla de estupidez e ignorancia. 

    Cuando hacen un paraíso de bienes materiales, y no del conocimiento y la cultura, cuando la banda sonora que llevan en su vida solo grita a los cuatro vientos estereotipos físicos, es cuando todo se resquebraja y se rompe y ya no hay vuelta atrás.

    Y si a los ideales que llevas por bandera a la primera de cambio les clavas un puñal por la espalda, es cuando la sociedad se queda vacía y se llena de basura y de hedor.

   Pobre de aquel que en el amor promete el cielo y regala el infierno. Pobre del que lleva como copiloto en su vida la ignorancia. Pobre del que ve la droga el más fuerte poder, cuando es el más fuerte de los venenos. Pobre del que su gloria y su triunfo solo aspira al molde que nos dictan y no al que deberíamos de construir con nuestras manos.

    Pobre de los que nos ahogamos en una sociedad sin cura y construida más en la forma que en el fondo.

Fini

Comentarios

Entradas populares de este blog

Touché

“Duelo en la nieve” de Ilya Repin.1899. (Ilustración realizada para la novela “Eugenio Oneguin” de Pushkin). Touché  Llevo cuatro días sin dormir dos semanas huyendo de mí, un mes desde que perdí, la cuenta, de cuantas veces mi mente te tienta.  Tres minutos llevo sin beber y todavía no he conseguido aprender, a perder.  Vivo en una espiral convexa con esquinas incompletas, en un laberinto, de muchas salidas. Todo es una paradoja; Me dijo el pobre en valores rico, ¡La vida, una senda a pata coja!.  Todo es una parábola; Me dijo el signo de restar, ¡Qué aprendiese a sumar!. Sal y miel, Soy un tigre de papel. ¿Qué precio tiene el sentir, con la actualización del software de gemir?. Pelirroja, hoy toca resurgir.  Que cuatro días sin dormir, poco a poco vuelve a cualquiera loco. Me dijo mi terapeuta (cortándose las venas).  Entonces, recéteme doctor:  Un daiquiri, con un toque de frescura y algo de cicuta. Pues, no suena bien, el no volverte a ver.  -Touché- (y hundido). 

De Rousseur

Le dije, enséñame la composición la poesía más compleja y completa, algo que demuestre su perfección, algo que me inspire y me deleite, que la sociedad no sepa de su existencia, que la locura, recorra su esfera lo necesito, le exclamé me he perdido y no me encuentro Y ella, se quitó la ropa                                                          Varo      

Renegación

Hace poco más de un mes dije: somos, inevitablemente, seres sociales… Somos seres sociales porque nos constituimos gracias a la interacción recíproca con nuestro contexto. Me basé en la célebre cita de Ortega y Gasset en la que hace referencia a que no hay ser sin entorno, ni entorno sin ser: “yo soy yo, y mi circunstancia”. El insomnio me lleva a la duda de si a ese “inevitablemente” debería de añadir un “desgraciadamente” o un “muy a mi pesar”. Y digo desgraciadamente porque por un momento (no sé muy bien por qué, no es mi estilo) llegué a tener una visión positiva y optimista de la sociedad… quizá tanto ruido de aplausos hipócritas y de falsas promesas de fraternidad me cegaron. Hoy ya en la nueva normalidad yo vuelvo a mi visión de siempre y afirmo que no, no hemos cambiado, seguimos siendo la misma sociedad egoísta de siempre. Lo problemático de esto es que, como dije antes, no somos sin el entorno; y si nuestro entorno está enfermo… ¿Cómo hacemos para no acabar enfermos nosotros