Te despiertas diambulando
Buscando aquello que te complementa
Toda la vida caminando estando a medio hacer
Respirando por encontrar un sitio al que pertenecer
Mil ideas te surgen, y ninguna parece correcta
La angustia gana la batalla al optimismo
Aunque por su máscara yo no diría lo mismo
Puesto que el reloj sigue sonando.
El relativismo de la situación me supera
Consiguen fluctuar mi delirio
Y endurecer el entendimiento de mi ambiente
Como si de un molde dado de sí se tratase.
Algún día el reloj no sonará
No habrá porque luchar
Ese día me sentiré completo
Y nadie me lo podrá arrebatar.
Leibniz.
Comentarios
Publicar un comentario