¿De qué infierno has salido?, ¿O es del cielo, de donde has descendido?, gitana de pelo azabache. Sobre tu cabeza, una corona de romero hechicera, que corazones almacena atraídos, por tu olor a hierbabuena. Tu piel incandescente, tu saliva efervescente ¿Qué haces enamorándote? de un simple mortal, tan inmoral. (Tus besos son absenta, gloria para un poeta) ¡Por favor, no me ruegues que me quede! o al desastre abocaría, todo abandonaría. Intenté detenerte, que no cayeses de ti adueñarme y no soltarte llegué a comprender, que no me perteneces que solo soy amo, de lo que vivo a tu lado que tu recuerdo, me convierte en esclavo y yo quiero ser réprobo, de tus atardeceres, de lo que adoleces, de tus locos amaneceres, de cuando compadeces, de cuando desobedeces y enfureces menos mal, porque nunca envejeces. Me agobiaría, me ahogaría y me aferraría ¿Sin ti?. Mi querida furcia La gente se preguntaba y...